Sin embargo, a los 3 primeros meses se dio cuenta de que la oferta era demasiado amplia, el restaurante no destacaba en nada y no tenían ninguna estrategia de diferenciación bien marcada.
Por aquel entonces el concepto de hamburguesa gourmet se asentaba en Estados Unidos y comenzaba a llegar a España, y como Hugo y él siempre habían sido grandes admiradores de la pizza napolitana, le propuso hacer algo parecido y crear un concepto que fuese único a nivel nacional. El objetivo siempre fue hacer verdadera pizza napolitana.
Con esta idea muy clara en la mente, decidieron viajar a Nápoles para aprender todo lo necesario sobre las técnicas de preparación de las pizzas, y así volver completamente empapados de todo lo que querían que representase este nuevo proyecto. Manteniendo un equilibrio entre calidad y precio, querían ofrecer un viaje en el tiempo culinario donde los comensales podrían volver al origen de la pizza.
